Volkswagen, un truco que le salió caro

¿Te imaginas tener un chip instalado que te avisa cuándo viene tu jefe a probarte o cuándo una profesora te va hacer un examen sorpresa? Pues eso es lo que tenían los coches de Volkswagen a los que se les había incluido un software para detectar cuando se les estaban realizando controles de calidad. En un primer momento, se manejaba que este truco se podría haber utilizado en unos 482.000 coches de Estados Unidos, pero finalmente la misma compañía confesó que lo instalaron en once millones de coches diésel de todo el mundo.

¿Pero por qué una empresa con tanto prestigio utiliza este sistema? Pues bien, la respuesta es sencilla: para superar los controles ambientales. El software detectaba cuando el coche estaba siendo sometido a pruebas y entonces emitía menos gases contaminantes, pero una vez de vuelta a la calle expulsaba hasta 40 veces más de lo permitido.

El hecho de que llevara este software instalado hacía que no fuera fácil detectar que los coches estaban trucados, pero esto a través de peritos ingenieros se consiguió demostrar y dar a conocer esta estafa de una de las empresas líderes del sector automovilístico.

Este engaño no solo se habría aplicado en los coches de Volkswagen, sino también de otras marcas que esta empresa es la propietaria: Skoda, Seat, Porche o Audi. Seguramente, la compañía alemana tomó esta decisión para ahorrar costes, pero la realidad es que le ha salido más cara la broma, no sólo por las indemnizaciones que tendrá que pagar, sino también porqué su prestigio se ha hundido.