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Una tercera auditoria se encargará de dictaminar cuál es el estado de la depuradora de Ferrol, si se tienen que realizar reparaciones, así como si la valoración 550.000 euros de la compañía Emafesa (con capital público y privado) por las deficiencias de la obra es correcta y comprobar si existieron o no vicios ocultos de construcción. Así lo acordaron este mes en una reunión en Santiago las administraciones implicadas: Concello de Ferrol, Augias de Galicia y la Confederación Hidrográfica Miño Sil.
La polémica está servida. Aunque el alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, valoró de constructiva la reunión, destacó que todas las partes quieren que se ponga cuando antes en funcionamiento la depuradora, pero alertó que el consistorio no pagará las reparaciones de esta infraestructura que atribuye a vicios ocultos de obra. Por su parte, la Confederación Hidrográfica cree que las reparaciones son menores y que las debe financiar el Concello, en tanto que es el responsable de su explotación.
Esta discordancia es la que ha llevado a que las diferentes administraciones pidan que una firma especializada, independiente y homologada elabore una nueva auditoría, que su resultado será acatado por todas las partes. Si el informe resuelve que los daños son estructurales y atribuibles a la obra, la empresa que construyó la infraestructura, Acciona, deberá pagar las reparaciones. De este modo, se considera que pese que la obra ya no esté en garantía, la constructora tendrá que responder por los posibles vicios ocultos durante quince años.
Por otro lado, si la auditoria muestra que son pequeñas deficiencias, el Consello se comprometió a asumir las obras menores que se tendrán que realizar.
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