La violencia en el trabajo es un problema que está ganando importancia en la sociedad…
En el mundo hay historias para no dormir. El horror se tiñó de rojo en el conocido parricidio del Pilar, que tuvo lugar el 13 de septiembre de este 2015 en Argentina. Leandro Acosta, de 25 años, mató a su madre, Miryam Kowalczuk, de 52 años, y su padrastro, Ricardo Klein, de 54 años. El crimen, por eso, podría no haberlo cometido solo, sino con su hermanastra y a la vez pareja, Karen Klein, de 22 años.
Pero a esta escalofriante historia, se le suma que, según la abogada de Acosta, Mónica Chirivin, el preso le confesó que habría practicado canibalismo con los dos muertos, así como necrofilia con el cuerpo del que fue su padrastro. Pero, ¿qué le llevó a Acosta a cometer un crimen tan atroz? Pues supuestamente tanto este padrastro como la anterior pareja de su madre, Rosendo, abusaron de él.
De momento, Karen fue dejada en libertad por falta de méritos, es decir, que no existen pruebas suficientes para incriminarla por el doble homicidio, pero seguirá siendo investigada por el parricidio. Ella declaró que lo único que hizo fue limpiar la escena del crimen porque Acosta amenazó con matarla si no lo hacía.
Por su parte, su hermanastro y pareja continúa encerrado en una Unidad Penitenciaria, donde su letrada denuncia que lo mantienen sedado todo el día y en condiciones lamentables. Según la abogada, Acosta habría perpetrado este crimen para terminar con el abuso y evitar que sus hermanos pequeños padecieran la misma situación.
Para la defensa, el acusado padece de problemas mentales por lo que es inimputable. Para intentar corroborar esta teoría serán fundamentales peritajes psicológicos y psiquiátricos que deberán diagnosticar si Acosta padece o no de alguna enfermedad mental.
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