Peritos Judiciales GP-GRUP

Un perito es un profesional altamente cualificado/experto en un determinado ámbito o en una determinada materia que es capaz de resolver de forma objetiva, gracias a su base técnica, normativa y científica, suficientes cuestiones sobre ese ámbito o materia de una forma que una persona no tan ducha en la materia no sabría ni podría resolver. Haciendo entender a un profano u organismo judicial la cuestión de fondo de un procedimiento judicial.

Es responsabilidad de los peritos la elaboración de informes mediante su opinión fundada de aquellos aspectos que, ante tribunales de justicia, compañías aseguradoras en el caso de un perito de seguros, solicitan a Peritos Judiciales GP-GRUP para poder determinar y evaluar un determinado objeto analizable y/o cuestión que haya generado un conflicto.

Centrando el asunto en este artículo en el peritaje judicial, en los peritos judiciales, decir que los mismos son una pieza clave de muchos procesos judiciales, y son unas piezas fundamentales, pues sin la actuación de un perito judicial en muchas ocasiones sería imposible llegar a una sentencia fundada. Se necesitan algunos requisitos de perito judicial para ejercer esta profesión. El perito judicial requisitos España son los siguientes.

El perito judicial dispone de un título oficial que le habilita profesionalmente para actuar como perito y es función del mismo emitir los dictámenes periciales y/o informes periciales que correspondan con la finalidad de ayudar a los jueces y tribunales a discernir sobre un asunto que se está planteando, ya que dentro de los procedimientos judiciales los jueces nos disponen de los suficientes conocimientos técnicos para resolver y que sí tiene un pericial judicial.

En los órganos jurisdiccionales, el perito judicial puede participar en el proceso judicial en una doble vertiente: por un lado, puede ser un perito judicial de parte o bien puede ser un perito judicial designado por el mismo juzgado o tribunal que está dirimiendo el asunto en cuestión en la ciudad destino, como por ejemplo, el perito judicial Madrid o peritos judiciales de la Comunidad de Madrid.

De modo que un perito judicial de parte es aquel perito que una de las partes en conflicto aporta al proceso judicial para que “su” perito aporte sus consideraciones al respecto. Por el contrario, los peritos judiciales designados por el juez o tribunal son aquellos profesionales, dentro de gabinetes periciales a nivel nacional como los de parte, que el mismo juez o tribunal conviene adecuado llamar a resolver y declarar, pues con los datos que tiene sobre la mesa o con las pruebas y peritaciones aportadas no tiene claro el modo de resolver la cuestión que se plantea. En la mayoría de ocasiones dentro de la vista, el juez solicita un careo para que los peritos puedan comentar y responder de forma conjunta a las diversas cuestiones controvertidas que puedan surgir.

Tal y como se indicaba, existe una gran variedad de peritos y pueden tratar de tan variados aspectos como, por ejemplo, temas inmobiliarios, temas de daños personales o patrimoniales, pueden ser los encargados de analizar si caligráficamente la firma o la letra de una persona es real, si una bala atravesó de una determinada forma el cuerpo, etc., cabe decir que en estos últimos casos estaríamos entrando ya en el terreno del peritaje forense, pero este no deja de ser realizado por peritos judiciales con honorarios al fin y al cabo.

Si se tuvieran que resumir en dos conceptos las cualidades básicas del peritaje judicial, estos dos conceptos no serían otros que el de la capacidad técnica ofrecida por personas entendidas y el de la objetividad.

Así, un perito judicial está obligado a ser experto y a ser imparcial, el perito judicial no debe entrar en ningún momento a emitir juicios de valor sobre la contienda entre ambas partes ni sobre nada que no sea técnicamente sobre lo que se le pregunta.

La función de un perito judicial no es dictaminar si alguien es culpable o inocente, es dictaminar si algo es correcto o incorrecto. La función de los peritos judiciales es resolver técnicamente, mediante el redactar un informe, si se le solicita y oralmente ante el juez si se le cita, cualquier aspecto técnico que se le pregunte. Las cuestiones que se le solicitan a un perito judicial son conocidas como: los extremos de la pericial.

Dicho de otro modo, lo anterior, y simplemente a modo de ejemplo: ante un caso de homicidio ante el cual el presunto asesino disparase un arma e hiriese a la víctima que después fallecería, si se tratase de un perito médico al cual se le pregunta, este no debería discernir si el presunto homicida es culpable o no, ni debe entrar a valorar las justificaciones que pudieron llevar al homicidio ni nada similar. Simplemente deberá responder, por ejemplo, si es posible con las heridas existentes que los disparos con el arma fuesen los causantes de la muerte, si el arma pudo ser disparada en una determinada trayectoria según la posición del herido o la altura del agresor y un largo etcétera de respuestas que mediante sus conocimientos puede ofrecer el perito, pero nunca entrar en juicios de valor.

Por todo lo anterior, un perito judicial debe de responder ante esa objetividad e imparcialidad que se le reclama y debe de hacerlo con una opinión fundada técnicamente sin valoraciones ni tasaciones personales.

Dicho de otro modo, también lo anterior, los informes periciales de los peritos y la elaboración de informes por parte de estos deben de ser objetivas, pero no deben de ser únicamente objetivas. Así, todo dictamen pericial debe de estar fundado mediante aseveraciones científicas irrefutables con los conocimientos universales existentes hasta el momento.

Enfocando de otra manera lo dicho en el último párrafo: los peritos judiciales de cualquier disciplina deben basar y sustentar sus actuaciones mediante una metodología científica que aporte la respuesta a las preguntas que se formulan, pues de no ser así se entraría no en una respuesta no objetiva, sino personal y arbitraria.

Tal y como se indicaba, existe una gran variedad de peritos y pueden tratar de tan variados aspectos como, por ejemplo, temas inmobiliarios como el estado de las obras de edificios, temas de daños personales o patrimoniales, pueden ser los encargados de analizar si caligráficamente la firma o la letra de una persona es real, si una bala atravesó de una determinada forma el cuerpo, valoración del precio de un inmueble, etc., cabe decir que en estos últimos casos estaríamos entrando ya en el terreno del peritaje forense, pero este no deja de ser realizado por peritos judiciales como Peritos Judiciales GP-GRUP. Puede solicitar cita con uno de nuestros peritos expertos y le asesoraran en su caso.

La legislación española es bastante estricta al regular los requisitos del perito. No se exigen demasiados requisitos, pero deben cumplirse todos para poder desempeñar esta función.

Un perito es una persona experta en una determinada materia, ciencia o arte. Sobre esta cuestión la ley determina que el perito debe tener formación oficial en aquella materia en la que es experto. Por ejemplo, un perito industrial deberá ser siempre un ingeniero industrial, mientras que un perito contable deberá ser un economista.

No obstante, existen materias que no cuentan con una titulación oficial. En estos casos, la legislación determina que podrá operar como perito aquella persona que acredite que tiene unos ciertos conocimientos sobre la cuestión de que se trate, siempre que su actuación como perito sea aceptada por las partes en el proceso.

Hay otra serie de requisitos menos conocidos pero muy importantes para poder ejercer la profesión de perito judicial en un tribunal. Éste no puede tener antecedentes penales, es decir, no puede haber sido declarado culpable en un juicio. Es importante que el experto tenga conocimiento sobre peritar, este “saber hacer” se puede acreditar mediante un curso que complemente la titulación de la persona en cuestión (en España este curso no es obligatorio). Finalmente, otro requisito imprescindible para poder ejercer esta profesión es el formar parte de las listas de algún colegio profesional.

Para poder trabajar como perito judicial no se exige una formación complementaria como perito, pero la mayoría de Asociaciones y Colegios Profesionales si exigen a sus miembros haber realizado algún curso de peritaje para poder inscribirse en las listas que cada año confeccionan y envían a los juzgados y tribunales para la designación de peritos judiciales.

Lo que si exige la ley es que el perito actúe como un verdadero tercero ajeno al proceso. Esto implica que no podrá ser perito quien tenga un interés directo o indirecto en la resolución del litigio.

El profesional que actúa como perito debe respetar siempre los principios de imparcialidad y objetividad. Incluso en los casos de perito de parte, el profesional debe obrar de forma totalmente objetiva, no intentando defender la postura de quien le ha contratado.

Sea cual sea su especialidad, el perito queda obligado a actuar siempre de conformidad con las reglas éticas y morales que rigen su profesión.  El perito queda sujeto al código deontológico de su profesión.

Toda la labor de análisis llevada a cabo por el perito, así como las conclusiones a las que haya llegado, deben quedar recogidas en un informe o dictamen pericial.

La legislación española no es demasiado estricta respecto a los requisitos del informe pericial, al entender que en función de la materia de que se trate el informe puede variar. Sin embargo, lo que sí se exige en todo caso es que el informe sea redactado por escrito y que en él se utilice un lenguaje que permita la comprensión del informe a cualquier persona que no sea experta en la materia analizada. No hay que olvidar que el objetivo último del informe es aportar a la autoridad judicial información sobre cuestiones que escapan de su ámbito de conocimiento.

En el dictamen debe constar además el juramento o promesa por parte del perito de decir la verdad y actuar con la mayor objetividad posible. A pesar de ello, la mayor parte de la jurisprudencia se inclina a pensar que la omisión del juramento o promesa puede ser subsanada posteriormente y no es de por sí una razón para decretar la nulidad como prueba del informe pericial.

Cualquiera de las dos partes del caso a resolver puede designar al perito judicial. También puede ser el propio juez que decida designar directamente al experto en cuestión. Sea como sea, debe ser siempre, el juez el que valide al experto antes de iniciar su Trabajo. Hay que tener en cuenta que el perito trabaja bajo juramento, es su obligación decir la verdad en cada prueba aportada.
Este Trabajo pericial se basa en aportar su conocimiento relacionado con su especialidad al juicio. Este conocimiento se pone de manifiesto mediante un estudio completo del caso. En este estudio, se analiza todas las pruebas relevantes y aporta pruebas nuevas, si son necesarias. Éstas serán presentadas mediante informes periciales que deberán ser redactados de forma muy clara y concisa. También es importante que dichos informes periciales aporten el máximo detalle posible. Así, en estos informes se debe presentar la información acompañada de fotos, objetos o cualquier otro tipo de elemento que pueda ser clave en la resolución del caso.

En Peritos Judiciales GP-GRUP pensamos que la seriedad del profesional es clave en todo el proceso judicial. Es por ello que contamos con profesionales cualificados que se toman en serio el trabajo de peritar. En todos los casos, las personas con lo que trabajamos son profesionales que se toman en serio el peso moral y ético de su profesión y sus informes periciales. Es por ello que los realizan con la máxima objetividad. Un trabajo profesional es clave para aportar las pruebas necesarias que permitan resolver un caso de la forma más justa posible.
Además nuestro equipo, debido a su profesionalidad, cobrará sus honorarios en función de varios factores. Uno de ellos es el grado de dificultad del caso, otro de los factores que afectan en los honorarios del perito es la dedicación y conocimiento que se requiera el caso en cuestión o la necesidad del propio caso o de las partes de aportar pruebas. Así que los honorarios de nuestros profesionales dependen del grado de complejidad de cada caso con el que trabajamos.

La participación de un experto en peritajes es clave ya que en algunos de los casos, depende de la declaración de dicho profesional la sentencia o fallo del juicio. Hay que tener en cuenta que la persona que declara como experta presenta juramento al inicio de la declaración. Este juramento está recogido en la Ley de Enjuiciamiento Civil, con lo que toda la declaración, en España, se realiza bajo juramento y no puede mentir.
En la declaración, el experto presenta el informe que ha elaborado tras las investigaciones pertinentes con objetividad, este informe pericial debe ser tenido en cuenta por el juez que lo usará como fuente de información. Este informe, muchas ocasiones acaba siendo clave para el veredicto del caso. Es por ese motivo que el perito judicial tiene la obligación de ser totalmente objetivo y emitir informes profesionales y con total objetividad.
También podemos ver que en algunos juicios puede haber diferentes peritos, uno para cada una de las partes e incluso, si se considera oportuno, puede haber un perito judicial solicitado por el mismo juez.