Dentro del campo del Derecho hay conceptos que para los no expertos en la materia pueden sonar similares e incluso se pueden llegar a confundir, pero realmente no son lo mismo. Es lo que ocurre por ejemplo con los términos legal y legítimo.
La similitud de ambos conceptos hace que con frecuencia se entienda que se trata de una misma cosa, cuando lo cierto es que la definición de legítimo y la de legalidad son diferentes. También es importante conocer la diferencia entre gobierno y administración. Vamos a verlo con más detalle.
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¿Qué es legal y qué es legítimo?
El significado de legítimo y legalidad nos siempre van de la mano. Son dos cualidades que no siempre se suelen dar con respecto a una misma cuestión.
La principal diferencia entre legal y legítimo es que legalidad hace referencia a algo que se encuentra bajo una realidad concreta, mientras que legitimo es algo que tiene trascendencia más allá de lo legal, relacionado de forma directa con el interior de la persona. Pero esta definición puede ser demasiado abstracta, así que es mejor verlo desde un punto de vista más práctico.
Es legal aquello que es determinado por la ley o conforme a ella. Por ejemplo, es legal ejercer el derecho de huelga en los términos previstos por la legislación.
Si buscamos en el diccionario de la RAE que significa legitimo podemos comprobar que hace referencia a aquello que es lícito o justo y además conforme a las leyes. Por ejemplo, es poder legítimo aquel que emana de lo dispuesto en la Constitución y en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General.
¿Cuál es la diferencia entre lo legal y lo legitimo?
Ya sabemos que existe diferencia entre legitimidad y legalidad, pero conviene analizar de forma más detallada que es legítimo, que es legal y definición lícito.
¿Qué es lo legal?
Legal es todo aquello que está permitido o refrendado por una ley, es decir, que da lugar a comportamientos legales que no serán sancionados. Coincide con el significado de lícito.
Todo aquello que es legal trata de garantizar una convivencia sana, basada en los conceptos éticos y morales imperantes en cada sociedad. De este modo, aquellas conductas que sean contrarias a lo dispuesto en la ley recibirán la catalogación de ilegales y serán sancionadas a nivel administrativo o incluso penal.
¿Qué es lo legítimo?
Ya hemos visto en la definición legítimo o el significado légitimo que las acepciones en torno a este concepto no se limitan a la mera legalidad. Bajo el concepto de legitimo subyace la idea de que algo no sólo se ajusta a la legalidad, sino que hay justicia y razón en la realización de un determinado acto.
La principal diferencia entre legalidad y legitimidad es que el concepto de legítimo o legitimidad hace referencia también a una consideración ética y moral. Es decir, que es un concepto jurídico, pero también un concepto moral.
¿Cuál es el sinónimo de legitimo?
En base a todo lo que hemos visto hasta ahora en torno a la legitimo definición podemos concluir que no hay mejor sinónimo para este concepto que el de justo, aunque también podríamos utilizar otros términos como: legal, lícito, razonable, admitido, permitido o cierto.
¿Qué es la legalidad y la legitimidad?
No todo lo legal es siempre legítimo ni todo lo legítimo es siempre legal. Por ejemplo, en algunos países es legal la discriminación de ciertos colectivos, pero podemos concluir que según nuestra ética y moral para nosotros esto no es legítimo. Por el contrario, podría parecernos que condenar a un delincuente que ha causado la muerte dolosa de una persona a trabajos forzados es legítimo (nos parecería justo para que pague por lo que ha hecho), sin embargo, esto no sería legal.
Aunque son dos conceptos que van estrechamente unidos no siempre lo hacen. Pero fuera de estas consideraciones lo cierto es que los actos jurídicos deberían ser tanto legales como legítimos.
Sin embargo, puede ocurrir que un determinado acto o una cierta conducta quede fuera de los márgenes del ordenamiento jurídico, es entonces cuando hablamos de ilegalidad.
Diferencia entre ilegal y alegal
Si legalidad y legitimidad son términos que se suelen confundir, lo mismo ocurre con ilegalidad y alegal. Puede parecer que ambos conceptos se están refiriendo a lo mismo, pero en realidad no es así.
Ilegal es aquello que resulta contrario a la legalidad, ya sea contrario a la ley o al propio principio de legalidad. Pero cuidado, no todo acto ilegal conlleva una sanción penal. Existen actos contrarios a la ley penal, pero también puede haber actos contrarios a la legislación laboral, al Derecho Civil, al Derecho Administrativo, etc. todos ellos serían actos ilegales y se sancionan de una u otra forma según lo dispuesto en la legislación.
Un acto ilegal contrario a las leyes penales se puede sancionar con pena privativa de libertad, con una multa u otras condenas accesorias. Un acto contrario al Derecho Administrativo se suele sancionar con una multa económica, mientras que un acto contrario al Derecho Laboral o al Derecho Civil se suele castigar con la nulidad del mismo.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que por muy completo que sea un ordenamiento jurídico nunca puede regular todas las cuestiones que pueden darse en la realidad. De ahí que pueda haber actos o conductas que no están consideradas ni legales ni ilegales. Estamos entonces ante un caso de alegalidad.
Son acciones alegales aquellas que no están reguladas por la ley ni para bien ni para mal. De esta forma, un acto alegal no tiene amparo legal alguno, pero a la vez tampoco se prevé para él una condena explícita.
El ejemplo más claro de conducta alegal en nuestro ordenamiento jurídico es el ejercicio de la prostitución. A día de hoy esta profesión no tiene ningún tipo de regulación, por lo que las personas que la ejercen no pueden ser sancionadas (la conducta no es ilegal) pero tampoco gozan de la protección que tienen otros trabajadores (la conducta no es legal).
Por tanto, ya sabemos que legalidad, legitimidad, ilegal y alegal son conceptos totalmente distintos entre sí que conviene usar adecuadamente para evitar confusiones o malas interpretaciones.
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